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miércoles, 11 de abril de 2012

FIN DE SEMANA DE LOS MUSEOS 2011 Museo de Motos y Bicicletas de Cruz Grande, Córdoba

Activación del Museo de MOTOS y BICICLETAS de Cruz Grande





Por razones laborales, infinidad de veces utilizo en mis desplazamientos la ruta intercomunal
Bartolomé Jaime; que une la ciudad de La Cumbre con el poblado de Los Cocos, enclavadas ambas en el faldeo oeste de las Sierras Chicas en la porción noroeste de la provincia de Córdoba. La ruta, un serpenteante camino entre los bajíos serranos, gambetea cual jugador de futbol, entre las antiguas casonas que desde el comienzo del 1900 están allí vigilantes y vistosas.
Era enero y con la combi colmada de pasajeros ansiosos por conocer nuestras serranías, andaba yo mostrando esas maravillosas casas, que guardan para sí, una privada historia de vanidades, lujuria, dinero, renombre y personajes. Cómo Guía Turístico de la provincia, siempre me atrapo mostrar el lugar, mucho de él puedo yo decir y contar porque; como dije, mucho tiene para decirse.
Allí está la antigua residencia de la Señora Lolita Torres. El Alcázar de Sevilla, despampanante, amplia, espaciosa, rodeada de jardines y con una pileta única en la zona. También la modesta vivienda de la actriz Chela Ruíz, la mala de muchas películas. La Choza. Unos pasos más allá, el Granada, residencia otrora de Marcelo Torcuato de Alvear. Y por último un viejo chalet devenido en hostal, llamado ahora el Hostal Toledo. Casa de la familia Williams, allá por los años sesenta, cuando el vástago de ésta, Guillermo (Guy) Williams nos deleitaba a todos de niños, interpretando al Zorro de la serie creada por Walt Disney. Ese emblemático paladín de la justicia que junto a Bernardo, hacía más felices nuestras tardes de chocolate Toddy y tostadas con mermelada. Por cierto nunca entendí porque razón, el Sargento Demetrio López García cuando le ponía la mano encima, jamás le quitó el antifaz para enterarse, que era en realidad; el multimillonario Diego de la Vega.
Decía entonces, que andaba yo haciendo conocer esos lugares en una tórrida tarde de enero, cuando por el rabillo del ojo izquierdo, me percaté que había aparecido una nueva atracción en el camino. El Museo de Motos y Bicicletas de Cruz Grande. Abuzando de mi capacidad de improvisación; atiné a armar algún comentario sobre el lugar, si se quiere inventando muchas de las cosas que suponía, existirían dentro de ese flamante galpón.

Guiado así por el título de su reluciente cartel, armé una bonita conjugación de palabras que daban el valor real de la nueva empresa e invitaban a visitarla. Uno de los pasajeros espetó que podríamos llegarnos, pero otros, antepusieron la voluntad de llegar al complejo Aerosillas Los Cocos; la parte final de la excursión en curso. Por lo que pasé raudamente por la puerta ascendiendo por la ruta y continuando con la pormenorizada explicación de todo lo que surgía al pasar.
Cuando llegué a la playa de estacionamiento del complejo, la misma estaba colmada por vehículos dispares, pertenecientes a mis colegas. Casi no había un lugar dónde detenerse, por lo que ante la atenta mirada de mis amigos y la del encargado de playa; bajé a los pasajeros y luego de pactar una hora de encuentro. Me volví sobre mis pasos hacia el museo.
Tenía solo una hora veinte minutos para visitar el mismo, conocer sus virtudes y poder entender todo para brindarlo en otros paseos a los ocasionales pasajeros. Además y como si fuera poco, también debía hacer tres kilómetros para ir y otros tantos para volver. Y por sobre todas las cosas; quería hablar con el responsable para manifestarle la idea que me había surgido en esos minutos previos. El Grupo ECO RADIO, quería poner al aire el mismo en el mes de mayo próximo.
Llegué a la antigua casona de deslumbrante estilo inglés, y mientras aparcaba en la playa interna, me salió al encuentro un jovial muchachito, que desde su baja estatura esbozaba una cálida sonrisa. Extendiendo su mano derecha me recibió amable. Hola, bienvenido al museo. Soy Lisandro Benzi, el propietario del mismo. Adelante!!!
Como mi intención no era perder tiempo y además tampoco quería hacérselo perder a él; fui derecho al grano. Mucho gusto, soy Héctor… Guía de Turismo. Vi a la pasada que abrieron el museo y que el mismo es de Motos y Bicicletas. Como me gusta estar informado, decidí parar para ver de qué se trataba y además para hacerte una propuesta, la cual espero te interese.



Tomándome del brazo cual experto en la materia, Lisandro me invitó a conocer el interior. Someramente me dijo algunas cosas interesantes sobre el mismo y mostró, con poco disimulado orgullo, los elementos que en él se exponían. Esta moto, es de 1936, aquella de 1941. Este surtidor es de … aquel cartel corresponde al año … Este sector, está dedicado a las chapas patentes. Mira esta, es del año 1922 y la otra de 1928. Así durante algunos minutos, recorrimos las limpias instalaciones por los senderos que contorneaban las más bellas motos y bicicletas que había yo conocido hasta ahora.
En un alto de la marcha, me expresó que antes que nada, deseaba que yo pudiera conocer al menos algo del tema que el proponía, porque para él era vital que alguien relacionado con el turismo, supiera de su iniciativa privada. Todo serviría a la hora de hacer publicidad.
Pasados algunos minutos más, me invitó a sentarme en una hermosa explanada a las afuera del museo, bien en medio de la frondosa sombra de añejos eucaliptus. Las sillas me llamaron mucho la atención; yo las había visto infinidad de veces en mi niñez cuando frecuentaba los clubes y boliches del barrio. Era metálicas robustas y súper añejas. Perforado en el asiento, se leía. Cerveza SAN CARLOS. Eran según me dijo luego, de por lo menos los años 40. Y yo asentí memorioso. Cuando apenas yo mismo tenía unos diez años; ya estas cosas eran viejas en el club. ¡Cómo pasan los años!
Creo que no pude ser todo lo convincente que quise; cuando me invitó algo para tomar. Café, gaseosa, cerveza. Y negándome, le rechacé la invitación. Traté de hacerle entender que urgía el horario de regreso a buscar mis pasajeros y que solo pretendía charlar unos minutos con él. Por lo que solícito se dispuso a escucharme atentamente.
Lo primero que hice fue agradecerle la amabilidad de recibirme y luego de felicitarle por su empresa. Prometiendo hacer todo lo posible para que muchos turistas visiten el museo en lo sucesivo. Acto seguido le expliqué el tema de los radioaficionados y en que andábamos con el Grupo ECO RADIO. Su interés en la explicación, era evidente, pero además mostraba conocer al menos algo del tema. Eso me llamó la atención.
Habiendo terminado la perorata, Lisandro me informó que él y su familia tenían amigos radioaficionados y que en su casa rodante (aparcada en la misma playa que mi combi) a expensa de sus amigos, años atrás había colocado un equipo de BLU para comunicarse con su casa. La radio no le resultaba ajena y menos aún, algo raro.
Sobre la propuesta de transmitir desde su museo para el Fin de Semana Internacional de los Museos del corriente año; desde ya estaba de acuerdo. Debería hablar con el resto de la flia., pero descontaba que no habría problemas. Después de todo dijo, todo sirve como publicidad.
Quedé con él que en breve le llevaría una nota oficial del grupo y que le haría conocer algunos particulares relacionados a la activación. Por ende, volveríamos a vernos. Pero que desde ya quedaba firme nuestra labor desde allí.
Volví a mediados de febrero, con una carpeta bastante abultada, que contenía no solo la nota, sino el reglamento de la operación, la declaratoria de interés cultural, una muestra de viejas Qsl con que se habían confirmado los comunicados el año ppdo. Y nuestras propuestas en concreto para ese evento. Me rubricó la copia de la solicitud de permiso y se quedó con todo el material que llevaba, prometiendo leerlo atentamente. No nos volveríamos a ver hasta marzo.
Cuando le visité por tercera vez, me dijo sonriendo, tal como era su costumbre, que todos en la flia. estaban orgullosos porque ECO RADIO había elegido su museo para un evento tan importante. Pautamos algunas cosas relacionadas con la impresión de las QSL y sobre el lugar a utilizar a los efectos de instalar los equipos y luego de un rato, me retiré satisfecho de haber logrado un nuevo amigo.
Hablamos un par de veces por teléfono y nos cruzamos algunos mail, con detalles ínfimos, que hacían al evento en sí. Y el 20 de mayo de 2011, muy de temprano, arribamos al museo con mi amigo Nabor LU2HNV. Con quién nos proponíamos participar de ese inigualable fin de semana de radio y museos.
Unos días antes, habiéndome embarcado en la misma excursión que me permitió conocer el museo, hice una llegada al mismo para ver dónde colocaríamos las antenas. Como estaba cerrado y sin nadie que me librara el paso; recorrí por fuera el predio, buscando puntos que permitieran sostenes, anclajes y obviamente un lugar despejado para las antenas.
Por consiguiente, cuando descargamos todas las cosas, nos dirigimos a esos lugares ya avistados, para que Nabor diera su consentimiento y punto de vista. Orgulloso me cerciore que no me había equivocado en nada, porque mi amigo estuvo desde el primer momento contento y de acuerdo con la elección de los mismos; por mi realizada.


Pocos minutos después de desparramar en el parque las antenas y sus cabos de amarre; Nabor se subió al viejo molino como si un gato fuere. Desde lo alto, me gritó para que le sacara una foto para el recuerdo, porque argumentó que con sus años, muchas otras veces no podría hacer tal proeza. Luego de la instantánea, proseguimos con la instalación de las antenas.
Para cuando el sol alcanzaba el zenit y el reloj marcaba las 11:45 hs. Habíamos terminado de colocar todo lo que quisimos y pudimos. Una V invertida para 80 metros, y otra para 40 metros fueron amarradas a la estructura del molino; mediante un ingenioso método que permitía su orientación y manejo.

Desde la metálica atalaya, extendimos algunos cabos desde dónde pendimos una V invertida para 20 metros, que estaba casi encima del lugar en dónde instalaríamos nuestros equipos. Y aprovechando un eucaliptus gigante y el cerco perimetral de una mansión vecina; amarramos una multibanda para 10, 20, 15 y 40 metros; porque preveíamos o al menos queríamos hacerlo, tener todo preparado para afrontar cualquier apertura de DX.


Cargamos los petates que sobraron y raudamente abandonamos el museo, viajando hasta la vecina La Cumbre, en dónde el canal local Canal 11 La Cumbre TV. Nos esperaba para hacernos un reportaje en vistas al evento. Antes de partir, acordamos con Lisandro que el sábado a primera hora, estaríamos allí para iniciar las operaciones.

Una vez en el Canal 11. Jorge y Claudio nos atendieron de maravillas y pronto pusieron las cámaras prontas junto a sus micrófonos; para propalar toda la información vinculada al Fin de semana Internacional de los Museos 2011. Y como quién no quiere la cosa, la entrevista se extendió por espacio de unos 20 minutos.
No habíamos terminado de salir de canal, cuando mi celular crepitaba insistentemente. Era Doña Beba, mi madre, quién desde La Falda, nos increpaba porque se le pasaban los riñones al vino blanco, que primorosamente como siempre; había preparado para esa jornada. Le dimos gas, como decimos en Córdoba al viejo R 12 que me prestaron para la ocasión y en contados minutos, arribamos a casa. Desde la puerta de calle, ya se olía el aroma inigualable del manjar de la mama.
Dimos cuenta con Nabor de un par de platos de esos memorables riñones a la vez que le sacábamos el cuero a Beto LU7HA, que se perdió el plato de marras, porque recién llegaba a la noche, en vista a su participación en el evento. Luego nos enteraríamos que de todos modos, los riñones, son una de las dos cosas que el amigo no puede comer. Le caen mal y no le gusta.
Estábamos entretenidos con el café y la charla, cuando entro el mensaje de Beto que ya había salido desde su casa en Alta Gracia, con rumbo a Cosquín. Él pondría al aire junto con José Luis LU3AJL, el Museo de Piedras Preciosas Cámin Cosquín. Así que saludamos en casa y con algo de abrigo por si las moscas, partimos hacia el sur. Llegando a Cosquín en unos 25 minutos.
Como yo mismo me había encargado de los trámites de solicitudes y todo lo demás, solo bastó anunciarme en la puerta para que desde el interior, se diera la orden de que teníamos el acceso irrestricto a todo el predio. Así que junto al inefable Nabor, otra vez nos la emprendimos con una nueva instalación de antenas. Minutos después llegó Beto con su equipaje.






Luego de los saludos y abrazos de rigor, él también bajó sus equipos y juntos, terminamos la puesta a punto del antenamiento. Nabor y yo, habíamos comprometido nuestra colaboración, para que el equipo que se encargaría de la activación del Camin; no perdiera tiempo en sábado a la mañana. Dado que José Luis llegaría recién a eso de las 08:30 Hs., proveniente desde Bs. As. Si dejábamos que ellos colocaran sus antenas; no saldrían antes del mediodía, perdiendo así valiosos momentos de propagación.
Ya caía el sol, cuando cargamos todo en el auto de Beto y luego de tomar un riquísimo café con bizcochos de grasa, servido por Don Arturo Ferraretto (propietario a la sazón) partimos esta vez hacia el norte, en dirección a La Falda.
Dado que se nos había cortado un dipolo en la instalación, nos pusimos a construir uno con los materiales que yo tenía en casa. Cosa que dejamos terminada a eso de las 22:00 Hs. Acomodamos algunos equipos en sus cajas y preparamos todo lo que necesitaríamos para emprender el desafío al otro día.
Por sugerencia de mis amigos, esa noche, mamá no preparó cena, ellos invitarían pizza para compartir la cena entre amigos. No lo dudaron un minuto, cuando se propuso la idea, también se estableció el destino del llamado por Te. Kilimanjaro. La mejor pizzería de La Falda, ahora también con sucursal el Río 4º sería quién nos proveería la sabrosa e italiana cena.
Departimos café de por medio; hasta muy entrada la madrugada, charlando de cosas y temas disímiles. Cuando el sueño nos atrapó en sus brazos, José Luis nos había informado que estaba pasando por Campana; en tanto que Roberto y toda la troupe; acababan de llegar a Villa Carlos Paz.
La mañana del sábado, se presentó notablemente fría para lo que eran los días previos, pero el sol luminoso y un diáfano cielo, invitaban a ponerse en movimiento para la pseuda expedición. Cuando el reloj marcaba las 08:30 hs. Cada uno emprendió su camino en búsqueda del museo que le había tocado en suerte activar.
Faltando cinco minutos para las nueve de la mañana de ese sábado 21 de mayo, llegamos con Nabor al Museo de Motos y Bicicletas de Cruz Grande. 

Lisandro nos esperaba sonriente en la puerta, con el mate en la mano. Conectamos, luego de los saludos protocolares a su hermana Pilar; todos los equipos de transmisión y salimos al ruedo. O mejor dicho, al aire desde el MU 026H. Cuando eran las 09:55 Nabor realizaba el primer QSO con LU5DKH Cristian Gabriel, que llamaba desde Temperley.
Durante toda la mañana, se sucedieron los contactos casi en forma ininterrumpida. Salvando momentos de silencio general, uno tras otro, acumulamos los QSO, tanto Nabor como yo, dado que intercambiamos posiciones en el micrófono y el mate. Muchos amigos salieron a saludarnos y felicitarnos por la tremenda participación del Grupo ECO RADIO en ese evento, dado que de 22 museos en el aire, nuestro grupo, tenía participación en 13 de ellos. Todo un logro y el orgullo para la institución.
La cosa se puso tan amena, que nos olvidamos casi por completo de almorzar. Habíamos previsto buscar algo cerca del mediodía, como para tenernos en pié; porque deberíamos guardar lugar en el estómago para la noche, en la que otra vez, Doña Beba, nos agasajaría con alguna especialidad.
Muy enfrascados estábamos hablando con los colegas por radio o departiendo con Lisandro y los ocasionales visitantes del museo; que nos sorprendimos al ver llegar a Pilar con una enorme bandeja, llena de productos caseros que pretendían mitigar el hambre. Jamón serrano, quesos varios, pan casero, aceitunas preparadas, salame de la colonia, pickles y un largo etc. Componían la espectacular bandeja. Pilar viéndonos tan asombrados, nos manifestó que había más si necesitábamos. Solo debíamos pegar el grito. ¿Más? Dijimos con Nabor.


Agradeciendo el ofrecimiento y descartando el convite de bebidas, atacamos la bandeja y sus inmejorables productos, acompañando con unos buenos mates amargos. Luego vendría el café más rico que he tomado en mi vida.
Así, llegamos hasta la noche, hablando, sacando fotos, husmeando y regocijándonos con todo lo que atesoraba el museo. Una verdadera joya enclavada en las sierras.










Siendo las 20:57 Hs. Y luego de varias decenas de QSO, di por concluida la primera jornada; luego de haber concretado el comunicado con LU5ILA/I Leticia, que desde Misiones, también activaba un museo.
Con una niebla increíble y con el frío que ya se hacía difícil de soportar; emprendimos el viaje de regreso a casa. Donde una cena reparadora nos esperaba, para ser compartida entre varios amigos, que dirían presente a la reunión del Grupo ECO RADIO.
Luego de viajar muy despacio y con cuidado por el peligro que significaba la niebla en la ruta, llegamos a casa a eso de las 21:40 hs. Unos minutos después, arribaron Beto y José Luis y más tarde, Roberto LU7HBL y Gustavo LU3HZK. Éstos últimos provenientes desde Carlos Paz, del Museo de Tractores MU 123H.
Doña Beba, nos había preparado un suculento guiso de lentejas, con todo lo que podría llevar. Carne, chorizos colorados y panceta ahumada. Así que pronto nos reunimos todos en torno a la gran mesa. La cena fue como se esperaba, motivo de beneplácito y felicidad para todos, dado que siempre es grato verse y departir con los amigos. Pero también de charlas institucionales que sirvieron para seguir organizando el grupo.




A las 01:30 Hs. Y con muchas cosas resueltas, nos despedimos para descansar hasta el otro día. Roberto y Gustavo, volvieron a Carlos Paz en donde les esperaba LU5HML Martín. José Luis, Beto y Nabor, pernoctarían en casa.
Llamativamente, el domingo se presentó cálido y húmedo; aunque soleado. Yo me levanté como a las 07:00 hs. Casi en puntillas de pié, me afeité y preparé la mesa para el desayuno con amigos. 07:30 lo hizo José Luis que salió al parque y se quedó en remera mucho rato, respirando aire puro y regocijándose con las vitas de los cerros ya en un avanzado otoño. A los pocos minutos se le sumó Nabor, quién se había dado una ducha, porque quería salir bien por radio ¿Glup…?
Cuando Beto acabó su baño matinal, nos reunimos torta de por medio a desayunar y planear el último día de operación de éste fin de semana. Cuando sonaban las 08:45 hs. Partimos raudamente otra vez hacia los museos. Tanto Beto como José Luis, saludaron y agradecieron a mamá por la recepción, dado que no volverían por la noche. Cada uno emprendería el viaje de regreso a sus hogares, al igual que el equipo de Roberto en Carlos Paz. El lunes era día laborable.


Con dos pinchadas de neumáticos y todos los problemas que ello ocasiona; arribamos pasadas las 10:00 hs. A nuestro museo. Fuimos socorridos por Lisandro quién nos buscó con su auto a unos tres quilómetros y se encargó de llevar nuestro pochado neumático a la gomería de turno. Luego de dejarnos para que iniciáramos las operaciones.
La mañana también fue atareada durante las primeras horas, dado que varios amigos nos presentaron, vía radial a los dueños de los museos huéspedes, para que podamos departir con ellos. Cosa que nos sirvió a nosotros para invitar, tal como lo habíamos hecho en el día anterior a Lisandro, para que despuntara el vicio.
Resultó que Lisandro era un proverbial orador radial y sumado eso a su vasto conocimiento en la materia de motos y bicicletas; entretuvo a más de uno brindando explicaciones e invitando a conocer su museo. Obviamente desde el otro lado, no se quedaron mudos, ya que también había ansiosos por charlar y contar sobre sus pertenencias.
Si bien los contactos se sumaban, las condiciones no era de lo mejor, por lo que en este día no se hicieron muchos más contactos que los realizados en el día anterior. A media tarde, también olvidados del almuerzo, pese a que habíamos previsto una “asadaso cordobés” del que desistimos porque nos robaría mucho tiempo; otra vez Pilar llegó con ese brebaje mágico que solo ella puede hacer. Un café que nos dejó asombrados. Había insistido varias veces en repetir la picada, porque no consideraba oportuno que estemos sin comer nada. Le hicimos entender que las famosas medialunas de la 707; que por cierto habían sobrado de la mañana anterior, nos venían de diez y por ende no habría dramas. Además, aún teníamos la carga de energías de la noche anterior, con las lentejas. Esas que la Beba había dicho. Al que le gusta las come, el que no, las deja!!!
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LU4HDG Roberto, fue el último contacto que realice a las 18:44 hs. De aquel domingo. Las condiciones como dije, ya no daban para más por lo tanto no se justificaba seguir en el aire y perder la luz diurna para desarmar el antenamiento. Luego de desarmar las estaciones que habíamos utilizado ese fin de semana, un TS 450 S de Nabor y mi IC 706 MKII nos aprontamos a bajar las antenas, amparados por los tenues rayos de sol que aún se dejaban ver.
Sin mucho preámbulo y con lágrimas en los ojos, Lisandro nos invitó a tomar otro café en la hermosa Posada del Museo, lindera al lugar donde pasamos muchos hermosos momentos y para despedirse, nos regaló sendos recuerdos. A Nabor una remera con el logo oficial y la inscripción del Museo de Motos y Bicicletas de Cruz Grande y a mí, por motivos más que obvios una Gorra ídem. No pude hacerme de la remera, porque mi talle no es todo lo normal que yo quisiera., Pero será en la próxima visita, porque de seguro habrá otra.
Así, sin gloria, pero contentos y agradecidos, nos estrechamos en un postrer abrazo con este nuevo amigo; Lisando Benzi y respetuosamente le dimos un besote enorme a Pilar. Y bajo el estridente sonar de la bocina, partimos seguros de la misión había sido cumplida. Unos 225 QSO así lo atestiguan.
Era la primera vez que participaba con Nabor codo a codo en una expedición, y la experiencia fue más que satisfactoria. Su bonhomía, su calidad de persona y la complicidad en todo lo que se hace, en beneficio de la radio; hizo que pasara una agradable fin de semana, despuntando el vicio de hacer radio y representando mi amado Grupo ECO RADIO.




En la ciudad de La Falda, a los 27 días del mes de Junio de 2011-06-27


Héctor Oscar Cousillas
LU3HKA

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